El marketing actual se centra en captar, retener y monetizar la atención. Y en un contexto ágil y dinámico como el actual, donde la info viaja la velocidad de la luz y recibimos más de la que podemos procesar, el diferencial de marca está en el desarrollo del branding.
Crear, desarrollar, construir y sostener una marca en el tiempo, eso es “branding” (sí, no es el diseño de un logo ni la elección de la paleta de colores).
Cuando gestionás tu marca desde ahí, le estás dando forma con base en ideas, conceptos y simbología, que permiten a las personas y públicos de interés conocerla y vincularla con su propósito, sus atributos, sus propuestas, su promesa, su valor diferencial. (sí, basta de ‘inspirarse’ en colegas y de resolver todo con plantillas, salvo que te sea indiferente que tu marca sea una más del montón).
Para diferenciarse y captar la atención de las personas indicadas con una comunicación poderosa en el mar de información y anuncios de hoy en día, tenés que empezar por el principio: el desarrollo de la identidad de marca (sí, ni lo dudes).
Abrazo!
Tone.
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