A este ritmo de producción y consumo de bienes y servicios, se estima que para el 2050 la temperatura de la tierra aumente 1,5 grados.
Vos podés estar pensando ¿Y? Porque pareciera que vine a contarte un dato aislado, tirado de los pelos pero no.
Ese simple número que se le suma a la temperatura del planeta va a causar daños irreversibles en ecosistemas y en la biodiversidad que es lo que mantiene a nuestra raza a salvo.
Sí, hacé memoria, viajá mentalmente al colegio, acordate de cuando nos hablaban de la cadena alimenticia, el efecto invernadero, la capa de ozono, los gases que dañan la atmósfera y cómo colabora la vegetación en ayudarnos a mantener los niveles de oxígeno necesarios para que todos podamos respirar.
Pero la movida no se trata de cuidar solo el factor ambiental, una vez más se pone en valor el rol fundamental que tiene la educación en nuestra vidas, la formal y también la que transmitimos a hijos, sobrinos y nietos con nuestro ejemplo.
Aumento exponencial de la población, la producción y el consumo.
Cada vez somos más personas habitando el planeta, consumiendo electricidad, cambiando celulares y computadoras para estar actualizados, comprando ropa para seguir la moda, trasladándonos en el día a día y viajando por placer, pidiendo delivery, comprando autos y motos, muebles, alimentos, bebidas, construyendo casas, edificios, negocios y todo eso en muchos casos sin tener registro de la huella de carbono o la hídrica que dejamos en el planeta por lo tanto mucho menos podemos pensar en minimizarlas.
Sí, minimizarla, porque no se trata de extremos (nunca son buenos), se trata de que cada uno desde su espacio y sus decisiones lo ponga en práctica, sí, en acciones concretas: intentar reducir consumos innecesarios, comprar marcas que se ocupen de cuidar el planeta o hagan su aporte social, elegir la movilidad sustentable siempre que sea posible, reciclar, cuidar el propio consumo de agua, tener plantas, plantar árboles, sumarse a alguna ONG. Todos esos y más son pequeños grandes cambios que multiplicados por millones de habitantes del planeta, hacen la diferencia.
Por eso hoy te cuento algo de lo que cada vez vas a escuchar hablar más:
Marcas Triple Impacto.
Todo el tiempo en nuestra vida personal y profesional estamos decidiendo cosas (loco, no?), en ambas áreas resulta imprescindible que desarrollemos la total consciencia de que el mundo que habitamos se construye con lo que cada uno decide y hace día a día, a cada instante, lo que proyectado genera consecuencias buenas o malas para las próximas generaciones.
Las marcas triple impacto son las que no sólo ponen el foco en la rentabilidad del negocio sino que también se ocupan de hacer su aporte en el área social y/o ambiental. Y entonces tengo una mala noticia y una buena. ¿La mala primero? Todavía son las menos, sí, muy pocas. Pero la buena es “muy buena” y se trata de que todos podemos tener una, crearla desde cero o transformar la que tenemos.
Por ejemplo, en Feliz decidí que con cada propuesta de branding que avancemos juntos, vamos a hacer una donación del 3% a una ONGs.
¿Cómo crear una marca triple impacto o transformar la que tenés?
Va a ser necesario que revisar el negocio, sus ejes, los procesos y detectar puntos críticos de producción, consumo, materiales, remanentes, packaging, traslados y definir cuáles son las áreas en las que podés hacer aportes y modificar, desde minimizar o reemplazar y hasta eliminar de ser posible. Y también sumar acciones que compensen la huella de carbono que genera tu marca o colaboraciones con distintas fundaciones que hagan sinergia con el core de tu negocio.
Sí, infinitas posibilidades porque con nuestras decisiones diarias todos podemos ser agentes de cambio y nuestras marcas, también.
Abrazo,
Tone.
Comments