Puede parecer que las redes sociales lo tienen todo. Lo dan todo. Lo hacen todo. Nos dan todo lo que necesitamos para nuestras marcas. Pero dejame decirte que así no es.
¿Son útiles? Verdadero. ¿Resuelven toda necesidad de comunicación y venta? Falso.
Las redes permiten que una marca llegue a sus púbicos de interés avanzando con 3 acciones macro y claves: entretener, informar, capacitar. A la vez tienen un objetivo principal que es ayudar a generar una comunidad y también a conseguir feedback inmediato. ¿Grandioso no?
No todo lo que brilla es oro.
En una red social la marca no tiene el "control" de su cuenta, no es la dueña. Estamos siempre sujetos a actualizaciones, modificación de la estructura, cambios en funciones, nuevos algoritmos y a posibles contratiempos como hackeos o cancelación de la cuenta sin explicación y sin haber hecho algo fuera de reglamento (me pasó con Feliz, así que sí, sucede).
Y ni que hablar de que como todo “producto” una red social tiene un ciclo y por más furor que sea hoy, en algún momento comienza a descender de la cresta de la ola a la que llegó, como ejemplo podemos pensar en lo que era Facebook en 2008 y lo que es en la actualidad.
Además, por más que cada red social nos brinde más de una opción para subir contenido (feed, stories, destacados, reels, compartir links y más), esa información se muestra de forma parcial, fragmentada, diseminada por las multiples opciones que ofrece la red y eso hace que el usuario -posible y potencial cliente- la navegue saltando de un lado a otro, según le vaya pareciendo lo que afecta en gran parte -de forma incierta- a la experiencia de usuario (UX -User Experience).
Las webs dejaron de ser demodé.
La tendencia a pensar que una red social reemplaza una web está cambiando, cada vez más emprendedores de marcas personales, de producto o servicios están dándose cuenta que se trata de plataformas complementarias, que desarrollar una web no es algo demodé, que es un espacio en el que podemos diseñar la experiencia de usuario tal cual imaginamos y la que creemos va a ser mejor para lo que nuestra marca tiene para decir, compartir, vender.
El valor de desarrollar una web o tienda-web tiene que ver con ser dueño de una “local digital” en el que elegimos qué decir, cómo, dónde y cuándo en base a que sensaciones y pensamientos queremos generar, decidimos cada mensaje clave y su ubicación, sus botones de llamados a la acción y trazamos la ruta de cada contenido de interés que se muestra para llegar a quienes queremos que sean parte de la comunidad de nuestra marca.
En Feliz diseñamos webs con Wix, una de las plataformas líder a nivel global y recontra bien posicionada a nivel opciones de diseño, ideal para marcas que tengan de dueños a personas visuales y detallistas (como yo! Jaja!).
Así que ya sabés is te interesa que avancemos desarrollando la web o tienda-web de tu marca, escribime!
Abrazo,
Tone.
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